Un corazón que se agita. Unas manos que se entrelazan y empiezan a sudar. Miradas perdidas y algún que otro «tembleque». Esto podría ser la definición de nervios. Cuando nuestros dragones se suben a un tatami, independientemente de la edad, porque los nervios pueden jugar malas pasadas a todas las edades, es importante saber gestionarlos y hacer que desaparezcan para dar lo mejor de uno mismo.
Aunque es normal desear la victoria, el karate, como cualquier arte marcial, va mucho más allá de ganar o perder. No se trata solo de derrotar a tu oponente, sino de superarte a ti mismo. El verdadero valor del karate está en el esfuerzo constante, en la mejora continua y en la capacidad de mantener la calma bajo presión. Y así se lo hacemos saber a los dragones de nuestro club de Karate en Santa Pola. Es un camino de crecimiento personal, en el que cada combate es una oportunidad de aprendizaje, independientemente del resultado.
"El karate no se trata de ganarle a otros. Se trata de ganar sobre uno mismo. En última instancia, los oponentes más difíciles que enfrentamos residen adentro: nuestras obsesiones, nuestras inseguridades, nuestros prejuicios. Supera a estos y habrás ganado realmente."
¿Por qué nos ponemos nerviosos antes de competir?
Nuestro cuerpo es más inteligente de lo que nosotros pensamos. Seguro que cuando te has enfrentado a una situación donde «hay algo en juego» has sentido esos cosquilleos de nervios antes. Esa ansiedad previa a esa situación, en nuestro caso una competición, es una respuesta natural del cuerpo.
Este mecanismo nace para protegernos ante amenazas. Si alguna vez te ha pasado, tranquilo/a que es normal. En un estudio realizado por el Journal of Sports Sciences, el 85% de los deportistas afirman sentir nervios antes de competir.
Técnicas para superar los nervios en karate
Antes de subir a un tatami es crucial aprender a transformar esos nervios en una ventaja. Que los nervios sean tus aliados y no tus rivales. Para ello, aquí tienes algunas de las mejores técnicas para controlarlos y que disfrutes de la competición, ganes o pierdas:
Respiración consciente
La respiración se ha utilizado desde que el karate es karate. Es decir, desde hace muchos siglos. Es una de las herramientas más poderosas que tenemos para calmar nuestra mente y nuestro cuerpo.
Desde tiempos inmemoriales, la respiración profunda ha sido la mejor técnica para mejorar la concentración y el autocontrol, reduciendo los niveles de cortisol (la hormona del estrés).
De hecho, estudios han demostrado que dedicar 10 minutos a la respiración consciente puede disminuir la ansiedad en un 25%.
¿Cómo respirar antes de una competición?
Antes de salir al tatami, practica la respiración abdominal:
- Inhala lentamente por la nariz durante 4 segundos.
- Retenlo durante dos segundos.
- Exhala por la boca durante 6 segundos.
- Repítelo hasta que notes que tu cuerpo se ha relajado.
Visualización positiva
Como ya hemos dicho, los nervios afectan a todos y todas. Hasta a los campeones de karate, como Rika Usami, que reconocen el poder de la visualización antes de un combate.
Esta técnica consiste en imaginarte realizando movimientos perfectos, ejecutando técnicas con precisión y sintiendo confianza en cada paso. Vamos, como un entrenamiento pero si moverte.
Para ello, cierra los ojos y repasa mentalmente tu kata o la estrategia que vas a llevar a cabo sobre el tatami.
Visualiza que tienes a tu oponente frente a ti y empieza a imaginarte que estás ejecutando las técnicas perfectas.
Visualiza: precisión, velocidad y control.
Pero, sobre todo, visualiza que estás disfrutando de esta competición.
Establece una rutina pre-competición
Tener una rutina antes de la competición puede ayudar a reducir la incertidumbre y, por lo tanto, los nervios. Según un estudio realizado por la Universidad de Harvard, los atletas que siguen una rutina antes de competir experimentan un 30% menos de ansiedad y nervios.
Ejemplo de rutina pre-competición en Karate
- Llegar al lugar de la competición con tiempo suficiente para familiarizarte con el entorno.
- Realizar un calentamiento dinámico para activar tus músculos y evitar lesiones.
- Hacer estiramientos suaves para mejorar la flexibilidad y el flujo sanguíneo.
- Tomarte un momento para ti mismo y practica la respiración abdominal que hemos comentado antes.
Acepta los nervios, no te hacen daño
No pasa nada por tener nervios. No hay que tenerles miedo.
En el Journal of Sport Psychology se destacó que los atletas que experimentan una «ansiedad óptima» suelen rendir mejor que aquellos que no sienten ningún tipo de nerviosismo. La clave es cambiar la perspectiva: en lugar de ver los nervios como algo negativo, considéralos una señal de que tu cuerpo está preparado para rendir.
El campeón de karate Rafael Aghayev, ha confesado sentirse nervioso antes de un combate. Y míralo, ha ganado, ha perdido. PERO SIEMPRE HA DISFRUTADO EN UN TATAMI.
Ya has visto que hasta los mejores tienen nervios, que son una respuesta natural de nuestro cuerpo y que están para acompañarnos en este viaje, no para hacernos daño.
Lo importante es saber controlarlos y disfrutar de esta experiencia. Hay que transformarlos en una energía positiva.
Y, recuerda, en el karate se compite para uno mismo. El verdadero premio es lo que se siente sobre el tatami. Lo importante eres tú.
¡Nos vemos en el tatami, más fuertes y preparados que nunca!




